Y el
mar embraveció, hacia días que el cielo anunciaba tormenta. A pesar de los esfuerzos de todos los navegantes del 'Alegría', nada pudieron hacer...
Nuestra Mia, iba en ese barco, no le gusta recordar esta historia, pero hoy, por una extraña razón comenzó a narrar...
"Ese día, hubo olas titánicas, el mar rugía estremeciéndonos a todos los que íbamos en aquel barco, yo estaba escondida entre los aperos de pesca, viajaba de polizón... nadie se percató de mi existencia. Ni siquiera el mar sabía que yo estaba allí .. quizás por eso soy la única que puede contar esta historia.
Fue la tormenta mas larga que yo he visto jamás, pero seria incapaz de decir cuanto duró. Era como si siempre hubiera estado ahí sin principio... como los sueños, que cuando despiertas eres incapaz de decir como empezaron...
El mar parecía querer echarnos de su regazo, no había tregua, no se diferenciaban los días de las noches, las horas de los minutos. El caos, los gritos de los marineros, los gritos del propio barco se fundían con el penetrante olor de la sal que nos estaba devorando. Las olas nos envolvían, jugaban con nuestro miedo, entraban hasta lo mas profundo de nuestros huesos, el barco se zarandeaba de lado a lado, el miedo se iba apoderando de todo el navío, hasta las duras maderas de la quilla gritaban implorando clemencia. El mar nos engullía, pero el 'Alegría' sabiendo que no podía luchar contra su fiel compañero intentaba, con paciencia y toda la serenidad que robó de sus tripulantes, aguantar como fuera las embestidas de su mar. Pero cuando la esperanza del capitán empezó a encontrar un mástil donde izarse, en ese preciso momento, instante mas bien, una ola, sólo una ola, una pequeña ola despistada de la tormenta se infiltró esquiva por todas las pequeñas aberturas, inundó cada compartimento, se coló por cada veta del casco, arrastro para si a toda la tripulación, esa maldita ola rompió para siempre las venas del 'Alegría', desgarró su interior, pero la nave no se partió.
Apenas un momento después de la llegada de esa ola, la nao, en apariencia intacta, lloró por sus portillos el agua de su fiel amigo Mar. Se desbordó .
El flamante navío había soportado todas las embestidas de la tormenta: las olas, el viento, los relámpagos; no se había dejado vencer por el miedo, ni por el cansancio. Parecía que nada podría con él, y sin embargo el 'Alegria' naufragó por sus propias lágrimas..."
Apenas un momento después de la llegada de esa ola, la nao, en apariencia intacta, lloró por sus portillos el agua de su fiel amigo Mar. Se desbordó .
El flamante navío había soportado todas las embestidas de la tormenta: las olas, el viento, los relámpagos; no se había dejado vencer por el miedo, ni por el cansancio. Parecía que nada podría con él, y sin embargo el 'Alegria' naufragó por sus propias lágrimas..."
Mia tiene el mar en sus ojos, siempre lo he creido asi... ese azul oscuro casi negro... entonces comprendí: ella nunca abandonó el 'Alegria'...
Y el mar inundó su ser…, se coló por cada poro de su piel, rompió sus venas, desgarró sus tejidos, y se desbordó por las grietas se sus ojos.